La guerra de sucesión de España
Uno de los
mayores problemas que se produjo en Europa durante el pontificado de Clemente
XI fue con ocasión de la guerra de
sucesión de España ( 1700-1714 ).
El 1 de noviembre de 1700 moría sin sucesión el Rey
Carlos II de España.
El Imperio Austriaco y Francia se creían con
derecho a heredar el Reino de España , por
Austria, Carlos el Archiduque de Austria segundo hijo del Emperador Leopoldo
I y por Francia el nieto de Luis XIV rey
de Francia, esto dio pie a que se entablara en Europa una guerra que afectó a
gran parte de los países europeos.
Clemente XI intentó evitar la guerra ofreciendo su
mediación , pero los contendientes
acudieron con todos sus aliados a
enfrentarse para defender sus derechos.
Ambos pretendían que el Papa apoyara sus
pretensiones el Papa Clemente resolvió mantener una actitud neutral; pero esto
se manifestó como algo imposible.
Cuando el Papa hacía algún gesto que apareciera
favorecía a alguno de los dos bandos , de forma inmediata el otro lo
interpretaba como un acto de hostilidad.
Por tanto, cuando el Borbón fue coronado como
Felipe V, en Madrid el 14 de Abril de 1701 ,en medio de las universales de los
españoles, el Papa mostró su aquiescencia y reconoció la validez de su título.
Esto amargó al hosco emperador Leopoldo, y las
relaciones entre Austria y la Santa Sede se hicieron tan tensas que, cuando
Felipe V fue a Nápoles adonde fue a
saludarle en nombre del Papa el cardenal Barberini, el emperador , ofendido,
retiró de Roma a su embajador.
Por ello Papa no ocultó su satisfacción cuando las
tropas francesas y bávaras comenzaron esa marcha sobre Viena que
luego terminó tan desastrosamente en el campo de batalla de Blenheim.
La victoria del general austriaco
Marlborough, ( El célebre Mambru
cantado en el pueblo español en
la canción: Mambrú se fue a la guerra mire vd, mire vd. que pena, Mambru se fue
a la guerra no sé cuando vendrá.”)
seguida de la exitosa campaña del príncipe Eugenio en Piamonte , colocó
a Italia a merced de los austriacos. El emperador Leopoldo murió en 1705 y
fue sucedido por su hijo mayor, José ( 1705-1711) , comenzó en seguida una
disputa sobre la cuestión conocida como Jus primarum precum, que implicaba el
derecho de la corona a asignar los cargos de la Iglesia vacantes.
Los victoriosos austriacos, dueños ahora de la
Italia del Norte, invadieron los Estados papales, tomaron posesión de Piazencia
y Parma , se anexionaro Comacchio y y sitiaron Ferrara
Clemente al principio ofreció una animosa
resistencia, pero abandonado por todos, no podía esperar éxito, y cuando un
fuerte destacamento de tropas protestantes bajo el mando del Príncipe de
Hesse-Cassel alcanzó Bolonia, temiendo una repetición de las terribles escenas
de 1527, finalmente cedió (15 de enero de 1709) y reconoció al Archiduque
Carlos como rey de España “sin detrimento de los derechos de otro”, y le
prometió la investidura de Nápoles.
Aunque los monarcas de la casa de Borbón no habían
hecho nada para ayudar al Papa en su desigual lucha, tanto Luis como Felipe se
indignaron mucho y respondieron con todos los medios en su poder Felipe V rompió con Roma, desterró al nuncio
y cerró la nunciatura de Madrid.
En las negociaciones que precedieron a la Paz de
Utrecht (1713) los derechos del Papa fueron cuidadosamente dejados de lado; no
se concedió audiencia a su nuncio ; sus dominios fueron repartidos para
acomodarse a la conveniencia de cada partido.
Los problemas con Victor Amadeo II de Saboya
En la paz de
Utrecht, a Víctor Amadeo II de Saboya
, se le dio Sicilia , sin que se
retuviera nada acerca de los derechos feudales de la santa sede.
Por otro lado
desde los primeros días de su pontificado estaba Clemente envuelto en
disputas sobre asuntos eclesiásticas y
en la designación de beneficios vacantes. Todos los intentos de entendimiento del Papa con el rey resultaron nulos.
Amadeo puso en vigor todos
los privilegios de la decantada monarquía sícula, o siciliana: verdadero
cesaropapismo.
En 1715 el papa abolió el Tribunal de la dicha
monarquía encargada de todos los asuntos
referentes a los temas de la Iglesia, y
lanzó el entredicho contra toda la isla; y expulsó a un número
aproximado de 3.000 eclesiásticos , que permaneció leal a la Santa Sede y el
Papa se vio forzado a darles comida y alojamiento.
El entredicho no se levantó hasta 1718, cuando
España volvió a obtener la posesión, pero la vieja controversia fue reanudada
repetidamente bajo los Borbones.
Por las maquinaciones del cardenal Alberoni, Parma
y Piacenza se concedieron a un Infante español sin consideración al señorío
papal.
Ante el
peligro turco
De algún
consuelo fue para el muy afligido Papa que Augusto de Sajonia, rey de Polonia,
volviera a la Iglesia. Clemente trabajó mucho para restaurar la armonía en
Polonia pero sin éxito.
Los turcos habían sacado ventaja de las disensiones
entre los cristianos para invadir Europa
por tierra y por mar. Clemente proclamó un jubileo, envió dinero y
barcos en ayuda de los venecianos, y concedió un diezmo de todos los beneficios
al emperador Carlos VI, en una cantidad
de 500.000 ducados en cinco años.
Cuando el Príncipe Eugenio ganó la gran batalla de
Temesvár, en 1717 que puso fin al
peligro turco, no se le dio ningún reconocimiento ni a la cristiandad ni al
Papa .
En cambio el
pontífice mandó celebrar grandes
fiestas y misas por los caídos en la batalla.
Con
Inglaterra
Dio generosa
hospitalidad al exiliado hijo de Jacobo II de Inglaterra , Jacobo Eduardo
Estuardo, y le ayudó a obtener la mano de Clementina, la hábil nieta de John
Sobieski , rey de Polonia madre de
Carlos Eduardo, que nacería en Roma pasando toda su niñez en la Urbe y Bolonia
siendo educado en el catolicismo.